Autor: Ing. Luis Guillermo Loría Salazar, MSc, Ph.D.
La sostenibilidad es el enfoque que busca satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades (Gro Harlem Brundtland)
La sostenibilidad dejó de ser un “valor agregado” para convertirse en una exigencia técnica, social y económica. En infraestructura vial, el desafío es doble: construir y conservar carreteras que cumplan sus objetivos de ingeniería (capacidad, seguridad, durabilidad) y, simultáneamente, reduzcan impactos ambientales, favorezcan el bienestar social y optimicen el costo del ciclo de vida. Este enfoque 360° se apoya en el concepto clásico de Brundtland: satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras.
No se trata de un concepto abstracto ni de un eslogan. La sostenibilidad vial se diseña, se mide y se gestiona. Desde la selección de materiales hasta la disposición final, pasando por cada decisión de planeación, diseño, construcción, mantenimiento y rehabilitación, hay oportunidades para disminuir impactos negativos y generar valor agregado. La ingeniería del pavimento, cuando se apoya en datos locales y en métodos de análisis rigurosos, puede convertirse en un vehículo poderoso para una infraestructura más resiliente, más eficiente y más segura.
Para comprender la sostenibilidad en pavimentos es necesario pensar en términos de equilibrios y compensaciones. Ningún proyecto es 100% sostenible en todos los aspectos, pero sí puede buscar el balance más adecuado según sus condiciones.
Triple balance (ambiental–social–económico). Un pavimento sostenible:
Sostenibilidad como continuo. No existe una “etiqueta” única de sostenibilidad; hay niveles de mejora y compensaciones entre variables. Por ejemplo, reducir temperatura de mezclado disminuye emisiones y energía, pero requiere aditivos y protocolos de control específicos. La clave está en priorizar valores y operacionalizarlos en decisiones de diseño y especificación.
Sensible al contexto. Una solución óptima para una autopista urbana de alto IMDA puede no ser la adecuada en un camino rural de bajo tránsito. El clima, la topografía, la logística de materiales y las restricciones presupuestarias condicionan el “mejor” diseño. De ahí la importancia de justificar decisiones con datos locales.
La sostenibilidad se concreta en prácticas específicas que, aplicadas de manera inteligente, permiten lograr mejoras significativas en desempeño y reducción de impactos. Estas prácticas abarcan tanto tecnologías como estrategias de gestión y políticas de operación.
3.1 Tecnologías de mezcla y procesos
Antes de enumerar ejemplos, conviene señalar que las tecnologías de mezcla buscan un balance entre durabilidad, facilidad constructiva y reducción de impactos ambientales. No todas son aplicables en cualquier contexto, y la elección debe ser respaldada por estudios técnicos y ensayos de desempeño.
3.2 Estrategias de materiales
Las estrategias de materiales se centran en reducir el consumo de recursos vírgenes, aprovechar residuos y coproductos y, al mismo tiempo, mantener o mejorar el desempeño de las mezclas. La clave es el equilibrio entre innovación y control de calidad.
3.3 Reducción de temperatura y energía
En el plano energético, reducir temperaturas de mezclado y optimizar procesos de planta tiene un impacto directo en emisiones. Esto requiere tanto tecnologías de mezcla como medidas logísticas, como el aislamiento de cisternas y la planificación de transporte de materiales.
Las decisiones sostenibles no siempre son obvias. A menudo hay que comparar alternativas que, en principio, parecen igualmente válidas. El caso de usar RAP o agregados locales ilustra bien este dilema. Mientras el RAP ofrece ventajas claras en reducción de residuos, transportarlo largas distancias puede anular los beneficios ambientales. Lo importante es medir con datos: huella de transporte, disponibilidad de materiales, costos de oportunidad y reciclabilidad futura.
Medir la sostenibilidad es tan importante como aplicarla. Sin métricas objetivas, las decisiones se quedan en declaraciones. Para ello, se utilizan herramientas complementarias que permiten cuantificar costos, impactos ambientales y desempeño en servicio.
5.1 LCCA (análisis de costo del ciclo de vida)
Es un instrumento económico que compara alternativas incorporando costos de agencia y, cuando corresponde, de usuario. Su valor reside en que obliga a pensar en horizontes largos y a evaluar la incertidumbre de los supuestos.
5.2 LCA (evaluación del ciclo de vida)
Se centra en los impactos ambientales de cuna a tumba. Permite identificar puntos críticos, como el ligante asfáltico, que domina la huella aun en proporciones pequeñas. Esta metodología ayuda a priorizar mejoras donde más impacto generan.
5.3 Desempeño y seguridad en servicio
La sostenibilidad no se limita a lo ambiental. También incluye aspectos de seguridad vial y confort: fricción, ruido, regularidad superficial y resiliencia ante eventos extremos. Los ensayos de desempeño son esenciales para conectar la teoría con la realidad operativa.
5.4 Sistemas de calificación y programas de agencia
Cada vez más agencias desarrollan marcos de calificación para estandarizar métricas, facilitar la comparación de proyectos y comunicar beneficios. Estas iniciativas son un puente entre la técnica y la gestión pública.
Uno de los campos más innovadores es la incorporación de plásticos reciclados en mezclas asfálticas. El desafío no es solo técnico, sino también ambiental y social: dar valor a un residuo abundante sin generar riesgos nuevos.
6.1 El problema y la oportunidad
La contaminación por plásticos es masiva y persistente. Transformar parte de ese flujo en insumo útil puede representar una solución parcial con beneficios significativos.
6.2 De residuos a insumo constructivo
Antes de enumerar los beneficios del proceso, conviene recordar que la trazabilidad y la química del material son cruciales. No se trata de incorporar plástico por incorporar, sino de integrarlo de manera controlada y compatible con el sistema vial.
6.3 Evidencia de laboratorio
Los ensayos confirman que es necesario mantener la homogeneidad del plástico y controlar las dosificaciones. La identificación de familias poliméricas permite prever comportamientos y riesgos.
6.4 De la teoría a la práctica
Los tramos de prueba realizados demuestran que el escalamiento es posible. No obstante, cada tramo debe ser monitoreado rigurosamente con ensayos de desempeño y control en planta.
Lecciones operativas. Las experiencias indican que la ventana de dosificación debe equilibrar el beneficio ambiental con el desempeño de la mezcla. Esto implica considerar fatiga, ahuellamiento, adherencia y salud ocupacional durante la producción.
Las políticas públicas y la normalización técnica son esenciales para consolidar la sostenibilidad. Las leyes que promueven el uso de materiales reciclados, las guías de LCA y LCCA, y los programas de pavimentos sostenibles son ejemplos de cómo la ingeniería se articula con la gobernanza. Estas iniciativas permiten alinear objetivos, visibilizar resultados y fortalecer la confianza ciudadana en la inversión pública.
Los aprendizajes descritos no son exclusivos de un país. En toda Latinoamérica existe la oportunidad de impulsar una agenda común en sostenibilidad vial, basada en la evidencia técnica y en la experiencia de proyectos piloto.
Es necesario reforzar la idea de que cada país tiene condiciones distintas, pero los principios son universales: medir, comparar, priorizar y comunicar. Una hoja de ruta 360° no es un documento rígido, sino una estrategia dinámica.
La sostenibilidad vial es, ante todo, un ejercicio de ingeniería aplicada. No se limita a proclamas ni a intenciones; se plasma en decisiones concretas que atraviesan todo el ciclo de vida del pavimento. Cada etapa ofrece oportunidades de mejora, algunas de bajo costo relativo y otras que requieren procesos de maduración más largos.
La clave está en integrar la evidencia técnica con la gestión pública y la participación ciudadana. Cuando se mide, se compara y se comunica con transparencia, la sostenibilidad se convierte en un motor de legitimidad y de confianza en la infraestructura. Los casos de reciclaje de plásticos, de RAP y de mezclas tibias muestran que la innovación puede caminar de la mano con la responsabilidad ambiental.
En definitiva, el camino hacia una sostenibilidad vial 360° pasa por combinar ciencia, técnica y visión estratégica, siempre con el objetivo de ofrecer mejores carreteras para esta y las futuras generaciones.
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